En una entrevista laboral una vez superadas las típicas preguntas para conocer al candidato, su experiencia anterior y que éste se relaje comienzan las preguntas difíciles; entre ellas, una de las más comunes y que la mayoría de los candidatos contestan de forma errónea: ¿qué defectos suyos destacaría? No existe una respuesta correcta, pero sí que hay que saber qué pretenden averiguar y cómo debemos contestar recurriendo a la astucia. Nada de recurrir a repuestas típicas que no dicen nada y que se han repetido hasta la saciedad como: "Soy demasiado perfeccionista", "trabajo demasiado" o, incluso, "no tengo puntos débiles".
Por lo tanto, cuando nos pregunten por nuestros defectos debemos ser originales y presentar nuestras debilidades, explicando cómo las hemos superado y convertido en una fortaleza a base de esfuerzo. Conscientes de la dificultad de respuesta de este tipo de cuestiones, desde IMF Business School proponen siete defectos que sí podemos desvelar en una entrevista de trabajo:
1.- "Solía ser un poco desorganizado, pero ahora a través de una herramienta, mi capacidad de planificación realmente ha mejorado". Tenemos que explicar qué técnica hemos utilizado y cómo nos ha ayudado a planificar el trabajo.
2.- "Estaba acostumbrado a trabajar en un único proyecto cada vez, pero he aprendido a atender múltiples tareas". Conviene admitir que nuestra capacidad para trabajar en diferentes proyectos a la vez era limitada al principio, pero que esto ha cambiado con esfuerzo y trabajo.
3.- "Antes invertía demasiado tiempo en la toma de decisiones, ahora he ganado confianza y no dudo de mis capacidades". Debemos explicar cómo somos más eficientes gracias a la confianza adquirida con la experiencia. De esta forma, somos más rápidos y eficientes.
4.- "Los nuevos proyectos siempre me han entusiasmado y sin darme cuenta me sobrecargaba. Ahora he aprendido a reconocer mis límites". Llegado el momento de responder, es importante ser conscientes de nuestras limitaciones; nos ayudará a huir de proyectos que no podemos asumir.
5.- "Aunque siempre entregaba mis informes en la fecha límite, he comenzado a adelantar mi trabajo para evitar prisas de última hora". Entregar el trabajo en fecha no es un problema, pero tenerlo a punto antes demuestra nuestra capacidad de planificación, además de evitarnos imprevistos de última hora que nos impidan cumplir los plazos.
6.- "Me costaba hablar en público. Pero me he apuntado a un curso que me prepara específicamente para este tipo de situaciones". Demostremos que somos conscientes de que ante los problemas hay que buscar ayuda y soluciones.
7.- "Antes me costaba delegar en otros algunas tareas. Sin embargo, la experiencia me ha demostrado que trabajar en equipo enriquece el resultado". Saber pedir ayuda y dividir las tareas es una cualidad fundamental en un buen líder.