Villa Certosa, la amada residencia de Silvio Berlusconi en Porto Rotondo (Cerdeña), podría acabar en manos del emir de Qatar, Tamim al Thani, en el poder desde el pasado junio, tras la abdicación de su padre por motivos de salud. Con sus 120 hectáreas de parque y 4.500 metros cuadrados cubiertos, está considerado el complejo inmobiliario privado más caro del mundo, con una valoración de 470 millones de euros.
Para impresionar a sus huéspedes, desde líderes internacionales a jóvenes participantes en sus festines, Berlusconi convirtió la villa en un paraíso, incluyendo excentricidades: cuenta con un volcán artificial, un anfiteatro antiguo (también falso), rarísimos cactus y un ingreso desde el mar en una gruta al estilo James Bond. Allí Berlusconi ha llevado vida de sultán. Mantener esta villa, que el expresidente se montó como un «palacio real» veraniego con decenas de empleados, cuesta una fortuna, aunque quien la pague sea el hombre más rico de Italia. El exmandatario considera que el mantenimiento y el personal de la media docena de villas que tiene le cuestan demasiado: 16,2 millones de euros pagó en el año 2012, según informa ABC.es
Para el emir de Qatar, quien a sus 33 años nada en la abundancia gracias al petróleo y el gas natural, no hay obstáculo económico. Los precios inmobiliarios en Cerdeña, también en el sector más lujoso, son inferiores a los de hace unos años. Pero Silvio Berlusconi se podría contentar con una cifra que rondaría los 350-400 millones de euros, según informaba ayer el semanario «L’Espresso».
Hombres de confianza del emir Tamim al Thani visitaron la villa el pasado 16 de marzo. Era la tercera visita que efectuaban, después de otros dos reconocimientos al final del pasado verano. La compra de Villa Certosa tendría un gran valor simbólico y estratégico para el emir de Qatar, porque sería la joya en la corona de sus lujosas inversiones en la Costa Esmeralda, y la base para nuevas compras en Italia.
Varias veces se ha hablado ya en el pasado de la venta de Villa Certosa. Pero esta vez podría ser la definitiva, porque Berlusconi, a sus 77 años, parece que está en retirada de algunos lujos inmobiliarios y desea hacer caja.
