Las últimas previsiones anunciadas por el Centro Nacional de Meteorología y Sismología (NCMS) de Emiratos Árabes Unidos (EAU) han resultado de lo más acertadas. Incluso puede que en algunos casos se hayan quedado cortas. La predicción contemplaba que este fin de semana se registraran en algunas zonas del país hasta 49 grados centígrados. Sin embargo, hay puntos donde el mercurio se ha elevado por encima de ese valor.
Uno de ellos es el emirato de Ras Al Khaimah, situado en el norte del territorio y junto al Estrecho de Ormuz, donde se han podido ver en este viernes de Ramadán termómetros en la calle con temperaturas de 53 grados. Eso sí, hay que puntualizar que el medidor, en este caso electrónico y ubicado en la fachada de un edificio de Sheik Mohamed Bin Salem Road (E11), estaba a pleno sol y que era mediodía cuando se tomaron las imágenes que ilustran este texto.
Pese al calor y a ser jornada festiva no había ni un alma en las kilométricas playas urbanas de Ras Al Khaimah City, que presentaban un aspecto totalmente desértico. Lo que deja claro que en modo alguno resulta apetecible acudir a tumbarse en la arena con más de 50 grados de temperatura ambiente ni zambullirse en aguas que en este mes de julio se encuentran a 34 grados. Como referencia sirva que las aguas de las playas en España están en torno a los 20 grados. Nada que ver con lo que sucede en el Golfo Arábigo que, con una profundidad media de 35 metros, es uno de los lugares más cálidos del planeta.
Lo mejor, en cualquier caso y en estas circunstancias, es permanecer al resguardo de una buena sombra o disfrutando del fresco que proporcionan los aparatos de aire acondicionado. Prueba de ello es que las calles de Ras Al Khaimah también mostraban escaso movimiento tanto de peatones como de vehículos.
La tendencia marca que este verano va a ser más caluroso que los anteriores, lo que puede suponer una dificultad para quienes habitan en la zona si a las altas temperaturas se le suman niveles de humedad del 95 por ciento, tal y como está sucediendo estos días, sobre todo durante las noches. Esa es una combinación que puede constituir un grave riesgo para la salud de las personas en una región donde el agua de mar caliente y el aire seco del desierto son los principales conductores del clima.
