Las autoridades sanitarias saudíes arrestaron un conjunto de expatriados asiáticos por vender patas de perro a los restaurantes locales a través de un matadero secreto de perros callejeros abierto desde hace tiempo.
El diario Sada y otros periódicos en lengua árabe del reino del Golfo informaron que los inspectores de salud habían detenido a varios expatriados después de que fueran sorprendidos vendiendo patas de perros sacrificados en el interior de su casa en el puerto occidental del Mar Rojo en Jeddah.
Las patas de perro se suministraban a los restaurantes locales o se cocinaban en la casa y eran vendidas a los clientes locales.
Horas después de su publicación, la Secretaría del municipio de Jeddah negó el informe y comunicó que las patas incautadas pertenecían a ovejas y que esos trabajadores fueron detenidos porque violaron las leyes de salud y laborales del primer país exportador de petróleo del mundo. Pero los lectores que envíaron comentarios a los periódicos no creyeron esas declaraciones.
