viernes. 26.04.2024

El Gobierno argentino repudió la decisión del Gobierno de Irán de nombrar ministro del Interior a Ahmad Vahidi, uno de los acusados por el atentado contra el centro judío AMIA que mató a 85 personas en Buenos Aires en 1994, informó este miércoles la Cancillería. "Argentina expresa una vez más su más enérgica condena a la nominación de Ahmad Vahidi a un puesto ministerial en Irán", afirmó el comunicado de la cancillería.

El Gobierno de Alberto Fernández "manifiesta que la nueva nominación de Ahmad Vahidi a ocupar un cargo en el gobierno iraní, en este caso como ministro del Interior, constituye una afrenta a la justicia argentina y a las víctimas del brutal atentado terrorista contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA)".

La cancillería recordó que ya en agosto de 2009, la designación de Vahidi como ministro de Defensa "había sido recibida con grave preocupación y merece la más enérgica condena del Gobierno" argentino.

Vahidi es uno de los altos funcionarios iraníes reclamados por la justicia argentina, que lo acusa de haber tenido "una participación clave en la toma de decisión y en la planificación del atentado cometido el 18 de julio de 1994 en el edificio de la AMIA y sobre él pesa una orden de captura internacional de Interpol", apuntó el comunicado.

Argentina instó además al nuevo Gobierno de Irán a "cooperar de manera plena" para que las personas acusadas por la justicia argentina "sean juzgadas en tribunales competentes" del país sudamericano, donde la ley no contempla los juicios en ausencia.

Ambos países mantienen relaciones diplomáticas a nivel de encargados de negocios.

A su vez, el Centro Simon Wiesenthal calificó la designación de Vahidi como "un insulto a Argentina y un golpe a las familias" de las víctimas del atentado, en un comunicado. Según el Centro Wiesenthal, nacido con el objetivo de perseguir a exjerarcas nazis en el mundo, "Vahidi era jefe de la Fuerza Quds, el brazo paramilitar de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán en el momento del ataque de 1994".

A 27 años de ocurrido, no hay detenidos por el atentado que no fue esclarecido. El ataque con bomba a la AMIA fue atribuido a altos funcionarios iraníes, encabezados por el entonces presidente Ali Rafsanjani, y al movimiento chií libanés Hezbolláh, hipótesis sostenida por la dirigencia judía argentina y por Israel. Pero la investigación judicial quedó envuelta en denuncias por desvío de pistas, condenas por encubrimiento y procesos anulados.

Irán ha negado toda participación en el atentado, y siempre se opuso a que sus exfuncionarios fueran indagados.

Un memorándum de entendimiento con Irán impulsado en 2012 por la entonces mandataria y actual vicepresidenta Cristina Kirchner (2007-2015) buscó, según sus autores, que pudieran ser indagados fuera de Argentina. Fue aprobado por el Congreso argentino pero no por el parlamento iraní.

Luego, en Argentina, se abrió una causa judicial por ese memorándum que se investigó como un caso de encubrimiento (de los presuntos responsables por el atentado) y traición a la patria, con Kirchner como una de las principales acusadas.

En julio pasado, en una audiencia pública, la vicepresidenta solicitó la nulidad de la causa al calificarla de "disparate, un escándalo judicial y político" impulsada como "instrumento de persecución a los opositores políticos al gobierno de Mauricio Macri (2015-2019)".

Antes del ataque a la AMIA, en 1992, la Embajada de Israel en Buenos Aires fue blanco de otro atentado, con saldo de 29 muertos y 200 heridos, también impune. Argentina tiene la mayor comunidad judía de América Latina, con unos 300.000 miembros.

Argentina condena la designación de un ministro iraní, acusado por el atentado a AMIA
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