El ministro de Relaciones Exteriores libanés, Charbel Wehbe, renunció después de provocar una ira y condena generalizada por sugerir que los estados del Golfo eran los culpables del ascenso de Daesh, y se presentaron una denuncia en su contra por violar sus deberes y "cometer delitos que amenazan la unidad nacional".
Wehbe se enfrentó a un aluvión de críticas de todos los sectores por sus comentarios, realizados en una entrevista televisiva el lunes, lo que llevó a Arabia Saudita a entregar una nota oficial de protesta al embajador libanés y al presidente Michel Aoun.
Wehbe señaló que su decisión de dimitir era en interés del Líbano y su pueblo. "Espero que este tema se cierre de una vez por todas y se desvanezca en el olvido para permitir que las relaciones libanesas con los países árabes, amigos y hermanos se basen en el respeto mutuo", agregó Wehbe.
Su gira europea, que se suponía que comenzaría este jueves, fue cancelada y la ministra de Defensa libanesa, Zeina Akar, intervino el miércoles como ministra de Relaciones Exteriores interina.
Ocho abogados libaneses presentaron una denuncia contra Wehbe ante el Tribunal de Casación por "violar deberes funcionales y cometer delitos que amenazan la unidad nacional y las relaciones del Líbano con los países árabes". La denuncia se remitirá a las autoridades y se realizarán investigaciones.
Figuras políticas y religiosas acudieron en masa para ver al embajador de Arabia Saudita en el Líbano, Waleed Bukhari, el miércoles para condenar los comentarios de Wehbe y anunciar su solidaridad con el Reino. Se instaló una gran carpa para recibir visitantes y delegaciones, una clara señal del apego a las tradiciones y la cultura árabes.
Por su parte, el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Aboul Gheit, dijo que los comentarios de Wehbe carecían de "decencia diplomática" hacia los países del Golfo en general y Arabia Saudita en particular.
Los comentarios de Wehbe casi provocaron una ruptura diplomática entre el Líbano y los países del Golfo, quienes convocaron a embajadores libaneses y emitieron quejas formales.
Wehbe le había dicho a Al-Hurra TV: “Hay una segunda etapa cuando llegó ISIS (Daesh), y los países de la gente del amor, la amistad y la hermandad los trajeron. Los países del amor nos trajeron a Daesh y lo plantaron para nosotros en las llanuras de Nínive, Anbar y Palmyra".
Cuando no le gustaron los comentarios de un invitado saudí durante la misma entrevista, Wehbe decidió dejar el programa y criticó a "los beduinos".
El Grupo de Apoyo Internacional para el Líbano lamentó el continuo estancamiento político sobre la formación de un nuevo Gobierno en el país. “Han pasado nueve meses desde la dimisión del Gobierno libanés y más de seis meses desde la aprobación por el Parlamento del primer ministro designado”, declaró el miércoles.
Instó a los líderes del país a dejar de lado sus diferencias en favor del interés nacional y dejar de retrasar la formación de un Gobierno “plenamente empoderado” capaz de satisfacer las necesidades urgentes del país e implementar reformas críticas. "La responsabilidad de evitar una crisis más profunda recae en el liderazgo libanés", agregó.
