jueves. 09.05.2024

Ali Mohammed al-Nimr tenía 17 años cuando fue arrestado por participar en una manifestación durante la Primavera Árabe en Arabia Saudita, y ahora se enfrenta a una sentencia de decapitación y crucifixión, según informa la BBC.

Su madre, Nusra al-Ahmed, calificó la condena de "retrógrada hasta el extremo" y pidió ayuda al gobierno de Estados Unidos.

"Obama es el líder mundial y puede interferir y rescatar a mi hijo de esta enorme tragedia", declaró a The Guardian la madre de Ali.

Y ya ha habido reacciones por parte de Estados Unidos. Y también del Reino Unido. El presidente británico, David Cameron, condenó la sentencia públicamente en una entrevista televisiva, y un portavoz de la administración Obama dijo que están "muy preocupados" por el caso.

"Pedimos al gobierno de Arabia Saudita que respete los derechos humanos universales y sus obligaciones internacionales", declaró el funcionario del gobierno estadounidese.

Sin embargo, Arabia Saudita ha desestimado la última apelación de la sentencia, que podría efectuarse en los próximos días. La admnistración Obama pidió al gobierno de Arabia Saudita "que respete los derechos humanos universales".

Amnistía Internacional y la organización humanitaria Reprieve también piden clemencia para Ali, que fue arrestado en 2012 por participar en unas protestas antigubernamentales durante 2011.

En ese momento Ali era menor de edad, lo cual viola técnicamente la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño (CIDN) de las Naciones Unidas, firmada por Arabia Saudita.

Pero los medios estatales dicen que Ali es culpable de una larga lista de crímenes, incluyendo falta de lealtad al rey, amotinamiento, utilización de bombas contra las fuerzas de seguridad, robo de una farmacia y mucho más. Su familia niega rotundamente todas estas acusaciones. Además, los padres de Ali aseguran que su hijo fue torturado en prisión.

Mohammed al-Nimr, padre de Ali, también pidió clemencia al rey de Arabia Saudita.

"Cuando fue a visitarle, no le reconocí, había cambiado por completo y tenía una brecha en la frente. Me dijo que le habían golpeado y que se le cayeron los dientes", relató la madre del joven.

El embajador de Arabia Saudita ante la ONU, Abdallah al-Mouallimi, contó a la BBC que el "proceso legal no ha finalizado" y pidió al mundo que "no interfieran en asuntos internos del país".

"La aplicación de la ley islámica es la forma más elevada de derechos humanos", dijo Mouallimi. Y agregó: "Creemos que tenemos unos estándares muy altos. Si eso no gusta a alguien aquí o allá ese es su problema, no el nuestro".

Arabia Saudita ya ha decapitado a más de 100 personas en lo que va de año.

La madre que pide ayuda a Obama para que no crucifiquen a su hijo adolescente en Arabia