viernes. 26.04.2024

Altos oficiales del Ejército y líderes de las tribus leales al presidente Abd Rabbo Mansour Hadi aseguraron que han interceptado una línea de suministro vital para los hutíes en Marib después de tomar el control de una carretera estratégica que conecta la ciudad de Serwah con la capital, Saná.

"Hemos capturado la carretera que une Serwah con Saná. Los hutíes en Serwah han utilizado este camino para llevar alimentos, armas y combatientes", explicó Ahmad Al Shalif, comandante de las tribus que respalda al Ejército, al diario Gulf News.

Las fuerzas del Gobierno lanzaron el mes pasado una ofensiva para expulsar a los hutíes de su último bastión en la provincia de Marib. A pesar de que los rebeldes ejercían una fuerte resistencia, las tropas gubernamentales recuperaron el control de varias colinas y del aeropuerto de la ciudad. Al Shalif reiteró que la captura de la carretera cortará el flujo de combatientes y armamento de los hutíes a la capital. "Sólo les queda un accidentado camino para llegar a Saná. Es difícil transportar armas pesadas por esa ruta". 

Los comandantes subrayan que los principales objetivos de su asalto en Serwah han asegurando a la ciudad de Marib contra los cohetes hutíes disparados desde la zona. Con el apoyo aéreo de la Coalición liderada por Arabia Saudita, los comandantes creen que sus fuerzas pueden marchar más rápido hacia la capital a través de Khawlan.

En la ciudad sureña de Taiz, los residentes denunciaron este miércoles que las fuerzas rebeldes continuaron su fuerte bombardeo sobre la ciudad, un día después de que uno de sus cohetes impactase en una zona residencial, matando al menos diez civiles, incluidos niños. "Su bombardeos histéricos continuaron durante un segundo día, golpeando distritos residenciales como Beit Basha y el aeropuerto viejo", informó un residente.

Mientras tanto, al menos 200 inmigrantes africanos, en su mayoría jóvenes etíopes, fueron deportados este martes desde la ciudad sureña de Adén, manifestó la policía en un comunicado en Adén. Los africanos fueron transportados en camiones desde los centros de detención en la ciudad hasta los barcos de pesca.

El mes pasado, un número similar de inmigrantes africanos fueron enviados de vuelta a casa desde Adén. Las autoridades locales temen que los pobres negros caigan en manos enemigas y sean radicalizados por Al Qaeda o reclutados por los hutíes. La afluencia de inmigrantes africanos a las costas de Yemen ha continuado desde principios del año pasado a pesar de la guerra en el país.

Nueva victoria del Ejército por el control de una carretera estratégica en Yemen
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