El canciller de Qatar, Khalid bin Mohammed Al Attiyah, conversó este jueves por teléfono con su homólogo de Iraq, Ibrahim al-Jaafari, para intentar liberar a 26 cazadores de este emirato secuestrados en territorio del país mesopotámico.
De acuerdo a una información de Prensa Latina, además de la conversación de Al Attiyah con Al-Jaafari, el Ministerio qatarí de Relaciones Exteriores creó un equipo para dar seguimiento al caso del plagio de los nacionales en la provincia sureña iraquí de Muthanna mientras participaban en un viaje de cacería.
El vicecanciller Mohamed bin Abdullah Al Rumaihi y el embajador de Qatar en Bagdad, Zayed bin Saeed Al Khayareen, fueron delegados para conducir los procedimientos legales con las contrapartes en Bagdad, a fin de garantizar la seguridad de los ciudadanos raptados.
Según la cancillería de Doha, inmediatamente después de conocer la noticia, se contactó con el gobierno y otras entidades implicadas "a los más altos niveles políticos y de seguridad de Iraq" para recabar detalles de la situación de esas personas y rescatarlas tan pronto como sea posible.
Las autoridades locales explicaron que los cazadores entraron al territorio iraquí con un permiso oficial del Ministerio del Interior del vecino país y en coordinación con la embajada iraquí en esta capital.
Hasta el momento, ninguna organización se adjudicó el secuestro de las 26 personas ocurrido a las 03:00 horas, indicó un responsable de la policía de la provincia de Muthanna.
Testigos y funcionarios gubernamentales iraquíes relataron que varios hombres en decenas de camiones y otros vehículos atacaron el lugar donde los cazadores qataríes estaban acampados en la zona meridional de aquella nación.
Algunas fuentes sin confirmación oficial refirieron que miembros de la familia real Al-Thani estaban entre los plagiados, pero omitieron identificarlos por sus nombres, y agregaron que dos funcionarios iraquíes encargados de proveerles seguridad también están cautivos.
Esa acción está considerada la segunda de su tipo de mayor envergadura con extranjeros en los últimos tres meses en Iraq, cuando 18 empleados de una empresa turca de construcción sufrieron igual suerte mientras trabajaban en un estadio de Bagdad. Todos fueron liberados sanos y salvo días después.
