viernes. 26.04.2024

Al Falasi tras la comida sirviendo café y te a los invitados. Al Falasi tras la comida sirviendo café y te a los invitados. (Marta Pérez)

(Texto: Marta Pérez y Alejandro Rubín) El barrio de Al Bastakiya es un distrito histórico de Dubai y una de las zonas residenciales donde mayor peso tiene el pasado de la ciudad. Está situada a lo largo del Dubai Creek y formada por callejuelas estrechas y torres de viento. También integra el fuerte Al Fahidi, el edificio más antiguo de la capital dubaití.

Hasta allí se desplazaron reporteros de EL CORREO camino de un encuentro con una comunidad local. El lugar se llama Majilis y su peculiaridad es que invitan a todos los extranjeros interesados en sentarse a su mesa. Por supuesto, antes de entrar en la zona cubierta hay que quitarse los zapatos.

Al llegar los miembros de la comunidad saludan con amabilidad y educación. Todos son bienvenidos. Los que van llegando también saludan, se acercan y dan la mano como si aquellas personas desconocidas fueran uno más.

Montón de zapatos a la entrada del Majilis. Montón de zapatos a la entrada del Majilis. (M.P.)

Mirando alrededor se descubre uno de los paisajes más hermosos de Dubai: la historia y la cultura de la ciudad saltan a la vista. Todo ello se halla justo al lado de los edificios de la Asociación de Periodistas y del Centre for Cultural Understanding, que pueden ser visitados siempre que se concrete una cita.

Tras la primera toma de contacto sirven la comida. El Majilis está perfectamente acondicionado: televisión de plasma, sofás, aire acondicionado y tampoco faltan las fotografías de algunos visitantes ilustres como Tony Blair o George Bush. La función de mantel la cumplen unos rectángulos transparentes, que, una vez dispuestos, son ocupados por grandes cacerolas, similares a una paellera, con arroz y pescado fresco. Los dubaitíes suelen comer con las manos, pero, como educación no les falta, también ofrecen cubiertos a todos aquellos que lo deseen. A continuación, la ensalada.

Bastaki junto al reportero de EL CORREO Alejandro Rubín. Bastaki junto al reportero de EL CORREO Alejandro Rubín. (M.P.)

Y luego llega la hora del te y del intercambio de experiencias e ideas culturales de forma relajada, abierta. La palabra exacta es con tolerancia. Notable tolerancia.

Entre tes, cafés y shishas uno de los miembros de la comunidad Abdul Rahman Bastaki cuenta que son “una pandilla de amigos que se conocen desde que eran pequeños y que se reúnen en ese lugar de Bastakiya desde siempre”. Los jueves por la noche realizan fiestas a las que llegan a acudir cientos de personas, con música, cena y baile incluidos, todo depende del día. “Es una gran manera de que se conozca cómo es en realidad la gente tradicional de Dubai y de adentrarse en las costumbres y pensamiento de otros pueblos; es algo muy enriquecedor”, señaló.

 

Ropa tendida en lo alto de una de las torres de Bastakiya. Ropa tendida en lo alto de una de las torres de Bastakiya. (M. P.)

Un dato muy curioso que contaba Bastaki es que los dubaitíes deben dar al final de año un 2,5 por ciento de sus ganancias a los pobres. “Un año hubo alguien que decidió que no lo iba a dar porque lo necesitaban sus padres, a lo que la comunidad respondió que el dinero que le debía de dar a su familia era el suyo propio”. Para los dubaitíes hacer sentir a sus padres queridos es muy importante: van a visitarlos antes de trabajar y después. “Lo peor que puede hacer un dubaití es dar a su madre de lado”.

Ahmed Al Falasi cumple religiosamente con su papel. Y no sólo zambulle a los visitantes en el Dubai más auténtico sino que además anuncia estar encantado de enseñar todo el emirato a aquellos que quieran. “Ya lo hemos hecho muchas otras veces, organizamos excursiones al desierto para montar en bici por las dunas o visitar algún pueblo de interés de la comarca; también estamos dispuestos a conseguir café, tabaco, incienso o cualquier producto que nos pidan”.

Los reporteros de EL CORREO Alejandro Rubín y Marta Pérez vistiendo trajes tradicionales dubaitíes. Los reporteros de EL CORREO Alejandro Rubín y Marta Pérez vistiendo trajes tradicionales dubaitíes.

Y... ¿quién paga estos encuentros con la tradición? Al Falasi asegura que el jeque Mohammed bin Rashid Al Maktoum, pero no con el dinero del Gobierno si no de su propio bolsillo.

La velada finalizó con un reportaje fotográfico de los reporteros de EL CORREO con distintos vestidos tradicionales emiratíes junto a algunos de los miembros de tan selecto club. Momentos que muestran algunas de las fotografías que ilustran este texto.

La huella de Blair y Bush en el Dubai más castizo
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