domingo. 05.05.2024

Cada vez son más las mujeres saudíes que se incorporan al mercado laboral del Reino, las empleadas están exigiendo el transporte público para ir y volver al trabajo, por ser más asequible y seguro. A las mujeres en Arabia no les está permitido conducir ni salir por la calle solas sin la compañía de un familiar de sexo masculino.

A veces termino mi turno en el trabajo a las 11 de la noche y tomar un taxi en ese horario me cuesta 50 riales.  El turno de noche me está costando sólo la vuelta 1.300 riales (unos 255 euros) al mes. Todavía no podemos conducir, así que ¿por qué no hay otras alternativas más adecuadas para todo el mundo?, explicó Suad una dependienta de Khaled.

Los guardianes masculinos no siempre están disponibles para dejar o recoger a sus parientes femeninas. Mi hermano es un estudiante de la universidad y su hora coincide con la mía. Esto me ha obligado a pagar casi la mitad de mi sueldo sólo para ir a trabajar y regresar, informó Sumayya Hejazi, una maestra de escuela.

Los autobuses escolares dan prioridad a los estudiantes que viven lejos de la escuela en la que trabajo, lo que significa que no puedo utilizar el autobús escolar. La mejor solución es acceder al sistema de transporte público, como cualquier otro país desarrollado, añadió la joven maestra.

El subsidio de transporte dado por las empresas y las organizaciones no es suficiente para cubrir un chófer mensual o los gastos de taxi.

Mi empresa me paga un plus de transporte de 300 riales al mes y esto ni cubre el salario de un conductor ni el coste de tomar taxis. Yo pago a los taxistas hasta 50 riales al día para ir y volver del trabajo, informó Rana Al-Zahrani, una vendedora en una empresa privada. El subsidio que la empresa nos da es sólo lo suficiente para el transporte público. Estamos en la necesidad de subir al autobús las mujeres solas para llegar a nuestro destino. Esta es la única alternativa sino podemos conducir.

Las vendedoras de los comercios a menudo trabajan en dos turnos, y hay que pagar por cuatro viajes diarios para ir y volver al trabajo. Esto tiene que cambiar, algunas mujeres incluso terminan quedándose en el centro comercial, ya que no pueden volver a casa entre los turnos. Pueden verse dormidas dentro de la mezquita o sentadas en uno de los restaurantes a la espera del siguiente turno. Esta es la única forma en que son capaces de ahorrar un poco de dinero, expresó Sarah Bin Sahal, una gerente de venta al por menor en Nayomi.

Texto y foto: Arab News

Las mujeres en Arabia exigen poder usar el transporte público sin compañía masculina
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