viernes. 26.04.2024

La doctora Hatoon Ajwad Al-Fassi es una activista de los derechos de las mujeres y profesora asistente de Historia de las Mujeres en la Universidad Rey Saud en Riad. A través de un artículo de opinión publicado en el diario Saudi Gazette la profesora ha denunciado la lamentable situación de la mujer en el país.

"He añadido las palabras "lo siento" al título de este artículo, aunque los funcionarios del gobierno normalmente no se molestan en utilizarlas. Anteriormente ya he escrito acerca de porqué no se les permite a las mujeres a entrar en los edificios del gobierno de Arabia obligándolas a esperar en la calle. Me propongo ahora discutir cómo los funcionarios del gobierno tratan a las mujeres si se atreven a entrar en las oficinas del gobierno.

Sé de una mujer que fue a un hospital con su esposo. La gestión del hospital posteriormente le pidió que saliera del edificio porque a las mujeres no se les permite pasar la noche con sus maridos. Solamente los usuarios masculinos de la familia pueden hacerlo. Esta mujer pidió al profesional que la mantuviera informada sobre la salud de su marido. El personal, sin embargo, se negó a hablar con ella en persona o por teléfono, y manifestó que sólo iba a informar a los miembros masculinos de la familia, en realidad lo que el médico estaba haciendo va en contra de los derechos de los pacientes.

Otro ejemplo es el de una madre que llama a la escuela de su hijo para pedir información. El profesor se negó a hablar con ella y dijo que sólo dialogaría con el padre del niño. ¿Y si esta mujer es viuda o divorciada?

¿Cómo podemos explicar este tipo de incidentes? ¿Qué justificación hay para este tipo de comportamiento? Estos funcionarios han sido nombrados para servir a los hombres y las mujeres con honestidad e integridad, independientemente de su sexo. ¿Cómo surgió esta práctica que se ha afianzadado en nuestra sociedad? ¿Cómo funcionarios con esa mentalidad justifican sus acciones y los salarios que ganan al final de cada mes? Se supone que deben ayudar a las mujeres, no insultarlas asegurando que sólo hablan con hombres. Un funcionario debe servir a todos, independientemente de su sexo o edad. Es el derecho de cada ciudadano.

Debo mencionar que estos hechos son comunes y ocurren a diario en los hospitales, los tribunales y las escuelas. Es preciso averiguar cómo comenzó este enfoque en el trato con las mujeres y quién es responsable. Tal comportamiento aparentemente deriva de una cultura común, pero ¿de qué cultura?

¿Hay alguna cláusula en nuestra ley que declare que un funcionario debe negarse a hablar con las mujeres responsables de su acciones? Las leyes establecen claramente que un funcionario debe atender a todos, independientemente de la edad, sexo, religión. Por supuesto, no tenemos este tipo de cláusulas, ya que son ilógicas. Lo que es lógico es el deber de todos los funcionarios a servir a las personas independientemente de su sexo. Creo que algunas de los requisitos en nuestras leyes deben ser revisados para que las mujeres puedan presentar demandas contra los funcionarios que se niegan a a atenderlas simplemente por ser mujer".

"Lo siento, yo no hablo con mujeres"
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