sábado. 27.04.2024

Los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) analizaron en Arabia Saudita su respuesta a la crisis en Yemen, en la que observadores no descartan hoy ninguna opción, incluida una intervención militar, según informa Prensa Latina.

En el maratónico encuentro sin previo anuncio a la prensa, el rey saudita, Salman bin Abdulaziz, encabezó una reunión en el palacio Al-Awja en Al-Diraiya con los príncipes herederos de Bahrein y Abu Dhabi (Emiratos Árabes Unidos, EAU), y el primer ministro de Qatar y el viceprimero de Kuwait.

Los oficios de Salman se insertan en su compromiso de satisfacer un pedido del presidente yemenita, Abdo Rabbou Mansour Hadi, para organizar una conferencia a instancia del bloque regional destinada a discutir la situación en su país, sobre todo después de la violencia letal de la última semana.

Tanto en el banquete de agasajo como en las conversaciones para "intercambiar puntos de vista sobre asuntos en interés de los pueblos del CCG y todos los eventos en la región", según la reseña oficial de la cita, la participación de otros dignatarios reafirmó los vaticinios de analistas.

Junto a las pláticas con el monarca Custodio de las Dos Santas Mezquitas, los dignatarios, ministros del Interior, asesores de seguridad nacional y oficiales militares de alto rango de los respectivos países sostuvieron una reunión enfocada a la situación en Yemen.

Según fuentes cercanas a ese encuentro, todos expresaron preocupación por la evolución de los acontecimientos y las peligrosas repercusiones que tendrán los ataques aéreos en Adén y los atentados con bombas en mezquitas de Sanaa que datos oficiales indican causaron más de 150 muertos y unos 200 heridos.

Al mismo tiempo, advirtieron del peligro de que Yemen se vea sumido en un "túnel oscuro", lo cual -dijeron- puede acarrear consecuencias riesgosas no sólo para ese país, sino para la seguridad y estabilidad de la región y, en un sentido más amplio, para la paz y seguridad internacionales.

Los funcionarios del CCG reiteraron las posturas de los líderes del bloque árabe de apoyar la legitimidad de Yemen, entendida como tácito respaldo al presidente Hadi y el pueblo yemenita, y la repulsa a la insurgencia de los chiitas houthis que tomaron el poder en Sanaa.

En igual sentido, mostraron disposición a ejercer todos los esfuerzos para promover la seguridad y estabilidad yemenitas "como parte integral" de la del Consejo, e insistieron en la necesidad de concretar rápido el pedido de Hadi para que los jefes de estado discutan en Riad posibles salidas a la crisis.

Los ministros del Interior del CCG también advirtieron el sábado del progresivo deterioro de la situación de seguridad en Yemen y alertaron de su ramificación en el resto de la zona, por lo que urgieron a neutralizar cualquier intento de socavar la estabilidad allí y en el Golfo.

Para ello, reiteraron el llamado a iniciar un diálogo entre las partes enfrentadas en la nación más pobre del mundo árabe en busca de restablecer el orden, apegados a la denominada Iniciativa del Golfo, su mecanismo de implementación y las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.

Aunque sin jerarquía nobiliaria, el secretario general del CCG, Abdullatif Al-Zayani, instó a cerrar filas para un arreglo pacífico, luego de condenar lo que calificó de actos terroristas horrendos que laceran la seguridad y la estabilidad, dentro y fuera de aquel país.

Los países del Golfo no descartan una intervención militar en Yemen
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