sábado. 27.04.2024

Los fieles musulmanes en La Meca han celebrado este lunes el día grande del "hach" o peregrinación anual a esta ciudad santa saudí con la subida al monte Arafat, donde el profeta Mahoma pronunció su último sermón hace catorce siglos, según ha informado la agencia española de noticias EFE.

En este lugar, llamado también "Yabal Al Tauba" (Monte de arrepentimiento), los peregrinos expían sus pecados en un ritual que simboliza el día del juicio final.

Vestidos con el "ihram", un atuendo de dos piezas de tela blanca sin costuras, los creyentes permanecen en el monte Arafat desde el amanecer hasta la puesta del sol y repeten varias veces la invocación "Labbaik Allahuma Labbaik" (Aquí estoy, oh, Señor).

Durante esta jornada, es también tradición que el muftí de Arabia Saudí, el jeque Abdel Aziz al Sheij, pronuncie un discurso en el monte.

Musulmanes suben al Monte Arafat. Musulmanes suben al Monte Arafat.

Más de un millón y medio de musulmanes procedentes de todo el mundo participan estos días en la peregrinación, que se desarrolla en medio de estrictas medidas de seguridad y sanitarias para evitar el contagio del coronavirus, que ha dejado medio centenar de muertos en Arabia Saudí desde hace un año.

De los 1,5 millones de peregrinos, 1,38 millones han llegado del extranjero y 117.000 fieles del interior del Reino. La cifra de fieles ha caído así en más de un 50% respecto a los 3,2 millones de peregrinos del año pasado. Riad ha impuesto una reducción del 20% en el número de peregrinos venidos de fuera y del 50% para los de Arabia Saudita por temor a una epidemia del coronavirus MERS y por obras en el lugar santo.

Tras la subida al monte Arafat, los peregrinos se dirigen a la localidad vecina de Muzdalifa, donde pernoctan y recogen guijarros antes de desplazarse a Mina para cumplir el primer apedreamiento de las tres columnas que representan al diablo y sus tentaciones.

Después completan las vueltas a la "Kaaba", un edificio en forma de cubo, cubierto por una tela negra y dorada, en el que se encuentra la piedra negra, que los musulmanes consideran un pedazo desgajado del paraíso y centro del universo.

Cumplidos los rituales, los fieles se cortan el pelo y las uñas y matan un cordero, con lo que comienza la fiesta del Sacrificio (Aid al Adha), una de las principales festividades islámicas.

Los peregrinos a La Meca caen un 50% por el coronavirus
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