Estaba yo estos días pensando que si vuelvo a nacer me hago español, y por ende hispano, y si soy de otro país y creyente, pero mucho, pediría a Dios que me abriera los ojos para nacionalizarme. Vamos, nazco en el kurdistán o en la provincia china de Sichuan y no me quitan a mí de la incubadora sin pasaporte español ni de coña.
Y es que España, hispanolandia, es mucho; pero mucho mucho. Qué es de las cosas que más gusta a los españoles, qué es lo que le enamora, qué le puede llevar al éxtasis, a la plena satisfacción… los dramas. Nosotros los dramas, los bordamos.
Tú te encuentras a un amigo, y entre elegir hablarte de quien nació o quien murió, se decanta por quien murió, aunque no lo conozcas, y si no lo conoces te dará miles de datos y fechas para que lo recuerdes, y si a los cinco minutos no caes… el español o el hispano es capaz de estar 20 o 30 minutos más de cháchara para que sepas quién era.
Y si aún así tampoco, ahora, con las nuevas tecnologías, sacará de móvil y mirará carpetas y carpetas hasta que encuentre una foto del fiambre. ¿Y por qué esa persistencia? ¿por qué esa tenacidad?, ¿por qué esa obstinación? ¿qué busca el español?: El drama.
Pero el español, el auténtico español, al drama le da un punto especial. No es un drama cualquiera, una desgracia sin más, un disgusto, una tragedia… ¡¡¡ que va…!!!! El español, cuando te cuenta que menganito tuvo un accidente en el que perdió una pierna, que luego tuvo gangrena en la otra y se la amputaron, igual que un brazo y que una oreja… entonces, hace una especie de silencio, pone voz grave, te mira y dice: «Y eso no es lo peor… ». ¡¡¡¡Cómo que eso no es lo peor…!!!!! ¿que eso no fue lo peor? Joé, que no es lo peor salir de casa, meterte tan normal en un utilitario y terminar en un hospital con una quinta parte de lo que eras… ¿es que hay algo peor?, ¿pero de verdad puede haber algo peor?
Pues para el español… lo hay; porque el español es capaz de ir al Archivo General del Reino, a la Santa Sede o hacer las gestiones que sean necesarias para buscarle a toda esta carnicería automovilística un punto más dramático, y en cuanto lo encuentre te dirá: «Y pensar que se quedó sin piernas justo el día que su tatarabuelo ganó una medalla de oro siendo atleta…», que ya me dirás tú que tendrá que ver… pues lo dice.
Y tú, que por mucho que insistes que al tío ese no lo conoces, que ni aunque se presentara ante ti con el gotero y con todo su cuerpo enterito no sabrías decir quien era… al final le vas a dar la razón al que te paró: que eso no es lo peor, que lo peor no ese el que está medio cuarteado en la UCI y la coincidencia con lo de su tatarabuelo, sino que lo peor es eso o ese, el plasta que tienes por amigo, eso sí que es lo peor.