martes. 19.03.2024

Cali, ciudad delirante

"El tema de la belleza de las caleñas es legendario, nada extraño en una tierra muy dulce, rodeada de cañaduzales, ingenios azucareros y postres como el manjar blanco o los aborrajados, de frutas como el refrescante lulo"

Hace unas noches, sintonizando el programa de cine, 'Versión Española' presentado en TVE por la multi-talentosa Cayetana Guillén Cuervo, con mi esposa Patricia pudimos ver 'Ciudad Delirio', película dirigida por Chus Gutiérrez y guión de la directora y Elena Manrique, protagonizada por la bella e histriónica actriz colombiana Carolina Ramírez y el actor español Julián Villagrán, quien hace un giro como galán humanizado en esta mezcla de musical y comedia romántica. Todo un himno a Cali y a la salsa.

La salsa condimenta a Cali pero no solo es un ingrediente casual, el género musical de la salsa ha trascendido para ser la identidad de la ciudad. En mala hora, Cali fue conocida en el mundo por una lacra llamada narcotráfico y por las series de televisión o películas basadas en esa historia. El narcotráfico, un fenómeno que le hizo un daño inmenso a una sociedad que se había cimentado en el civismo y la cultura.

Cali, que es la tercera gran ciudad colombiana en tamaño, tras Bogotá y Medellín y la más importante de la región del litoral del Océano Pacífico, durante mucho tiempo, especialmente en los sesentas y setentas fue el modelo de ciudad colombiana, la que se tenía como ejemplo para las demás, en materia de urbanidad, convivencia ciudadana, limpieza y sobretodo como centro cultural e intelectual.

En la literatura colombiana, Cali tiene un rol importante, el primer best seller literario colombiano fue María de Jorge Isaacs, escritor caleño de raíces judías que escribió la historia romántica y trágica por excelencia en América Latina. Los paisajes del Valle del Cauca, Departamento (Estado o Provincia) del cual Cali es su capital, son los escenarios donde transcurre este cuento de amor, el relato colombiano que ha tenido más versiones en el cine y la televisión y que provocó historias reales, como la migración de algunos lectores japoneses que deseaban radicarse en las tierras de El Paraíso, la hacienda que se describe en la novela.

La semilla de María, continuó con la irrupción del teatro, del cine (no en vano, varios de los más interesantes directores han sido caleños y su generación fue llamada Caliwood, pasa por un mito contemporáneo, el joven escritor Andrés Caicedo, autor del libro 'Qué viva la música!' y que sin duda aterriza en la danza, en el sentido del baile, el cual va desde lo clásico, lo contemporáneo y se expresa masivamente en la salsa.

La salsa en Cali, daría para un capítulo aparte o para una tesis doctoral, porque es interesante cómo un ritmo que viene del Caribe y su reinterpretación estadounidense, encuentra tierra fértil en el Pacífico colombiano, en donde han surgido las grandes orquestas salseras (dos nombres míticos, Niche y Guayacán), tierra de campeones mundiales del baile de salsa y de canciones inolvidables dedicadas a la ciudad o a su gente, como las famosas 'Cali Pachanguero', o 'Las Caleñas', para citar solo dos ejemplos.

El tema de la belleza de las caleñas es legendario, nada extraño en una tierra muy dulce, rodeada de cañaduzales, ingenios azucareros y postres como el manjar blanco o los aborrajados, de frutas como el refrescante lulo. En la gastronomía las salsas suelen ser saladas, pero en Cali la salsa puede ser muy dulce, como la espectacular escena final de Ciudad Delirio.

Por estos días, tengo un gran amigo español que ha viajado a Cali, quizás vea a otro compatriota suyo, al menos su estatua, la de Sebastián de Belalcázar, que señala la ciudad que él fundó en medio de un valle esplendoroso. Espero que para mi amigo sea una dulce experiencia, como la del protagonista de Ciudad Delirio, quien encuentra el sentido de la vida, mientras un bolero va sonando. Cuando él regrese, ya me contará.

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Dixon Moya es diplomático colombiano de carrera, escritor por vocación, lleva un blog en el periódico colombiano El Espectador con sus apellidos literarios, en el cual escribe de todo un poco: http://blogs.elespectador.com/lineas-de-arena/ En Twitter a ratos trina como @dixonmedellin

Cali, ciudad delirante
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