viernes. 26.04.2024

Dubai, la nueva Córdoba

Aparentemente pueden parecer dos ciudades opuestas, alejadas tanto física como culturalmente. Pero las similitudes entre la Córdoba medieval -en la imagen superior la mezquita de Córdoba-, colmada de esplendor bajo el gobierno de sus califas, y la actual Dubai, cosmopolita y multicultural, son más de las que a simple vista podemos dilucidar.

Enclavadas en entornos físicamente diferentes y en distintos momentos temporales, ambas urbes se caracterizan por un esplendor cultural y comercial. Actualmente Dubai cuenta con la presencia de gentes llegadas de diferentes partes del mundo, dispares en sus rasgos culturales, pero que comparten un mismo objetivo que es el de prosperar es sus actividades económicas y culturales. En la Córdoba andalusí del siglo X, la convivencia entre musulmanes, judíos y cristianos, provocó el crecimiento de la ciudad hasta límites nunca vistos en los que las transacciones comerciales regían el día a día. De manera que se puede concluir que esta interculturalidad va de la mano del desarrollo y del progreso.

Dos ciudades en las que se refleja cómo el entendimiento entre diferentes culturas y puntos de vista es posible. En el caso cordobés, una simbiosis de culturas que han permitido que la ciudad andalusí sea en la actualidad un núcleo de cultura a todos los niveles. Los vestigios que se encuentran todavía hoy en sus calles son reflejo de un pasado rico y pudiente. La misma situación se puede dar en Dubai si éste intercambio de rasgos culturales continúa y se generan nuevas estructuras de entendimiento.

Otro rasgo que comparten significativamente la Córdoba medieval y la ciudad emiratí, es que las aportaciones de cada cultura o religión son las que permiten formar un cuadro multicolor que enriquece a sus empresas, instituciones y movimientos culturales y artísticos. Pero para que esto sea posible una herramienta imprescindible es la tolerancia. Como también se puede abstraer de la córdoba de siglos pasados, la instigación al enfrentamiento puede romper la estabilidad de una sociedad y por lo tanto suponer el derrumbe de sus estructuras de negocio. En este sentido, Dubai conoce estas repercusiones y por ello su gobierno ha adoptado una política de tolerancia enfocada a la convivencia entre musulmanes, cristianos e hindúes.

Una política de tolerancia que ya tiene unos resultados que se reflejan en los índices económicos que muestran cómo Dubai se erige en grandes pasos en un foco cultural y de negocio a nivel mundial.

Dubai, la nueva Córdoba
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