viernes. 26.04.2024

Amnistía Internacional (AI) denunció este martes que los talibanes asesinaron en el centro de Afganistán a 13 miembros de la minoría chií hazara, en su mayoría ex miembros de las fuerzas de seguridad, un extremo que los islamistas desmienten. "Los talibanes asesinaron extrajudicialmente a trece hazaras, incluyendo a una niña de 17 años, en la provincia afgana de Daikundi, después de que los miembros de las fuerzas de seguridad del anterior Gobierno se hubiesen rendido", denunció la ONG en un comunicado. El suceso tuvo lugar el pasado 30 de agosto en la localidad de Kahor, situada en el distrito de Khidir, dijo AI tras revisar fotografías y vídeos de lo sucedido y contactar a testigos presenciales.

Los talibanes capturaron la provincia el 14 de agosto, apenas un día antes de hacerse con el control de Kabul.

De acuerdo con la investigación, unos 34 miembros de las Fuerzas de Defensa y Seguridad de Afganistán (ANDSF) pertenecientes a la minoría chií se refugiaron en Khidir y negociaron su rendición a los combatientes talibanes el 29 de agosto.

La llegada de unos trescientos fundamentalistas armados al día siguiente provocó un intento de huida de los miembros de las fuerzas de seguridad y sus familias. "Cuando los combatientes talibanes les alcanzaron, abrieron fuego contra la multitud y mataron a una niña de 17 años llamada Masuma. Un miembro de las ANDSF devolvió el fuego, matando a un talibán e hiriendo a otro", dijo AI.

Otros dos militares afganos murieron en el tiroteo, según la organización, mientras que nueve miembros de las fuerzas de seguridad se rindieron y fueron ejecutados después por los talibanes.

Un líder hazara y miembro del Parlamento afgano, que pidió el anonimato, confirmó a la agencia de noticias EFE el asesinato de 11 miembros de las fuerzas de seguridad y aseguró que los habitantes de la región están siendo "extorsionados por diversos medios para que entreguen dinero y parte de sus cosechas" a los islamistas. "Arrestan, torturan y golpean a exmiembros de las fuerzas de seguridad e incluso a civiles, los azotan con cables y les dicen 'traednos armas' y continúan golpeándolos hasta que encuentran un arma y se la entregan a los talibanes", subrayó.

Los talibanes rechazaron "tajantemente" el informe y criticaron que AI no solicitara su colaboración. "En algunos casos, algunos pueden morir durante los enfrentamientos, pero no ha sucedido que nuestros combatientes hayan matado a personas que se rindieron, incluidos exmiembros de las fuerzas de seguridad", dijo a Efe el portavoz talibán Bilal Karimi.

Asimismo, Qari Saeed Khosty, portavoz del Ministerio del Interior, tildó el informe de "parcial", ya que "no fue coordinado con el Emirato Islámico (como se auto denominan los talibanes)".

"Esto es propaganda y no es correcto. Les hemos dicho a todas las organizaciones de derechos que vengan e investiguen imparcialmente los sucesos y las acusaciones, no que preparen algo por sí mismos y lo utilicen como propaganda", agregó a Efe.

La secretaria general de AI, Agnés Callamard, lamentó que "estas ejecuciones a sangre fría son una nueva prueba de que los talibanes están cometiendo las mismas violaciones por las que se hicieron conocidos durante su anterior régimen en Afganistán".

Callamard llamó a los fundamentalistas a "detener inmediatamente estos actos crueles de venganza" y asegurar que los empleados del anterior Gobierno y sus familias pueden vivir en seguridad en Afganistán.

En los últimos años, los hazara ha sido objetivo frecuente de ataques reivindicados por el grupo yihadista Daesh, que los consideran apóstatas, si bien el derrocado Gobierno afgano también culpaba habitualmente a los talibanes de las agresiones.

Amnistía Internacional denuncia que los talibanes asesinan a 13 miembros de la minoría...
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