"¡Volver a las raíces y comer alimentos orgánicos!". Suena a ciencia ficción en este mundo que va a toda velocidad y en el que expresiones como "listos para comer", "comida rápida", "llevar", "agitar y beber", "drive in" o "fábrica de alimentos" son cada vez más comunes. Nos encontramos con modernos hábitos marcados por la moda y con alimentos modificados genéticamente y con aditivos artificiales, a lo que se le unen dietas poco realistas, la producción de alimentos no estacional y el creciente interés por la cantidad más que por la calidad. Hasta el punto de que hoy es un reto para las personas creer que todavía existe una forma tradicional y natural de producir alimentos.
Si embargo, lo creas o no, los agricultores tradicionales en todo el mundo trabajan duro para cuidar de nuestra salud. Pero ¿qué normas y qué tipo de reglas debemos tener en cuenta?
Las normas orgánicas varían de un país a otro e incluso dentro de algunos países de una región a otra a pesar de que el principio general es el mismo. Los estándares orgánicos comenzaron por medio de particulares que querían establecer reglas que definieran la autenticidad de sus productos. Hoy tenemos una mezcla de normativas estatales y federales junto con las de agencias privadas certificadoras. La norma más fácil de cumplir es la federal y cubre la más amplia gama de productores.
Las certificaciones más fiables y registradas internacionalmente son USDA, Soil Association, AB, BIO, Australiano Certified Organic, JAS, EU, Canadá Orgánica.
La agricultura biodinámica es un método ecológico que hace hincapié en el desarrollo integral y en la interrelación de los suelos, las plantas y los animales como un sistema auto-sostenible. En este sentido pone énfasis en los sistemas de producción y de distribución local; en el uso del desarrollo tradicional y de nuevas razas y variedades locales; y en la siembra y plantación atendiendo al calendario.
Nils Al Acad, fundador de Organic Foods and Café (OF&C), hizo su tarea hace más de 9 años y ha seleccionado numerosas marcas de primera calidad que los agricultores han certificado con los más altos estándares para traer hasta Oriente Medio. Se trata de una investigación amplia sobre los beneficios de los alimentos orgánicos que además ha sido reconocida y publicada por expertos británicos.
Anita Apel, nutricionista de OF&C, ha sintetizado los resultados del análisis publicado por British Journal of Nutrition el 11 de julio 2014, un texto que recoge que los alimentos orgánicos son hasta un 60% más ricos en antioxidantes que los productos cultivados convencionalmente. Además, muestran significativamente niveles más bajos en metales tóxicos y pesticidas. Numerosos estudios vinculan antioxidantes con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares y autodegenerativas y ciertos tipos de cáncer.
Por estas razones, es conveniente tener siempre presente la certificación cuando se compre un alimento "orgánico". No basta con la palabra del proveedor. Es necesario asegúrarse de que el envase cuenta con el sello que certifica que el alimento es orgánico. Todos los productos orgánicos genuinos tienen un sello de certificación que acredita su condición y origen. Y tiene que estar visible. No lo olvide.
