sábado. 27.04.2024

Lo que empezó como un viaje de descanso y felicidad, ha terminado como una pesadilla. La argentina Ana María Arroyos comenzó a sentirse mal, con fuertes dolores abdominales, cuando viajaba en un crucero de la empresa Norwegian Cruise. Entonces, fue obligada a bajarse del barco para recibir atención médica más especializada y se tuvo que quedar en Kingston, tal y como ha explicado su familia a través de Facebook. Entonces comenzó la pesadilla, según publica ABC.es.

Ana María, según 'El Comercio', consultó con el médico del crucero el mismo día que embarcó por los dolores que tenía. Fue diagnosticada de gastroenteritis aguda, y le dieron pañales y unas pastillas. Días más tarde, como el dolor seguía, el capitán del barco la obligó a bajarse en la primera parada, en la capital jamaiquina, Kingston, para que pudiera tener una atención mejor

En dicho país, como explica el grupo de Facebook, fue internada y trasladada más tarde a un centro universitario. "Ahí la operaron de urgencia, porque tenía los ovarios llenos de pus. La operación salió bien, pero sus pulmones quedaron sumamente dañados. Ahora está en coma inducida", ha explicado desde Buenos Aires, Mariana, la otra hija de Ana María Arroyos que aparece en la foto de la noticia.

En un principio, la aseguradora que había contratado la mujer se comprometió a hacerse cargo de la emergencia, pero no no fue así, lo que obligó a la familia Arroyos a buscar ayuda de la mano del gobierno local, pero tampoco lograron una respuesta positiva.

Finalmente, el de uno de mayo, Candela Arderiu, prima de Ana María, anunció en Facebook que el avión de la empresa Assist Card partiría para poder llevar a la mujer a Argentina a la mujer, que viajó inconsciente.

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