martes. 19.03.2024

Un menor de la comunidad musulmana chiíta de Arabia Saudita que fue arrestado con 13 años no será ejecutado y podría ser liberado en 2022, dijo a la agencia de noticias Reuters un funcionario saudí después de informes sobre su ejecución pendiente. 

Murtaja Qureiris, que fue detenido en septiembre de 2014, recibió una sentencia inicial de 12 años de prisión, según el funcionario, que habló bajo condición de anonimato. La sentencia está sujeta a apelación.

"No será ejecutado", agregó el funcionario.

Grupos de derechos humanos, incluida Amnistía Internacional, informaron este mes que el fiscal saudí había pedido la pena de muerte para Qureiris por una serie de delitos, algunos de los cuales dijeron que se remontan a cuando tenía diez años.

Riad ha sido objeto de un escrutinio internacional sobre su historial de derechos humanos desde el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en octubre pasado y la detención de activistas de los derechos de las mujeres que aún están en juicio.

El Gobierno de Austria declaró este miércoles que planeaba cerrar un centro de diálogo religioso financiado por Arabia Saudita en Viena después de que su Parlamento lo instara a tratar de prevenir la posible ejecución del menor.

En abril, el Reino decapitó a 37 hombres por delitos de terrorismo. El jefe de derechos humanos de la ONU señaló que la mayoría de ellos eran chiítas que pueden no haber tenido juicios justos y que al menos tres eran menores cuando fueron sentenciados.

Amnistía explicó en un comunicado en su sitio web a principios de este mes que Qureiris fue recluido en régimen de aislamiento en el momento de su detención y sometido a tortura e intimidación durante su interrogatorio. Las autoridades sauditas niegan las acusaciones de tortura y afirman no tener presos políticos.

La Provincia Oriental de mayoría chiíta, de donde proviene Qureiris, se convirtió en un punto focal de disturbios a principios de 2011, con manifestaciones que pedían el fin de la discriminación y las reformas en la monarquía conservadora.

Asimismo, Arabia Saudita niega cualquier discriminación contra los chiítas, y ha recalcado que algunas protestas y ataques de manifestantes chiítas fueron instigados por Teherán, el rival de Riad, aunque los activistas locales dicen que esto no es cierto.

El funcionario saudí dijo que Qureiris había fabricado y usado cócteles Molotov en una serie de ataques contra la policía y una farmacia en la que también usaba armas de fuego, luego de ser reclutado por una célula terrorista.

El funcionario agregó que otro ataque en el que participó Qureiris había apuntado a un vehículo diplomático alemán en la región de Qatif en enero de 2014. Nadie resultó herido en ese incidente, pero el automóvil se incendió.

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