sábado. 20.04.2024

El terapeuta y especialista en adicciones venezolano Julio González ha llegado a Oriente Medio para conocer de cerca cómo la región se enfrenta el gran problema de salud mundial al que él ha dedicado los años más importantes de su vida.

Luego de "tocar fondo" por el alcoholismo, sacudirse, alzar la cabeza, recuperarse y salir de la adicción siendo "mucho mejor persona", como él mismo reconoce, el experto ha dedicado alrededor de 20 años al estudio de las adicciones y su tratamiento en todo el mundo.

Gracias a la experiencia que ha conseguido y a su práctica como terapeuta y experto en drogodependencias, González hoy es reconocido como una autoridad en una patología que, a diferencia de muchas otras, está fuertemente estigmatizada socialmente, lo que impide que las personas que la padecen se sometan a un tratamiento.

"La adicción no es un vicio ni una falla moral, es una enfermedad"

González define la adicción como una enfermedad del cerebro, crónica, que se caracteriza porque la persona pierde la capacidad de controlar el consumo de sustancias, como el cigarrillo, el alcohol u otras drogas, y de ejecutar conductas que afectan emocional y físicamente a las personas.

Además de las adicciones más comunes, desde hace cinco años el experto ha tratado otras relacionadas con juegos online, la ludopatía, el sexo, al trabajo, las redes sociales o las pantallas, siendo esta cada vez más común entre los jóvenes.

"Lo mas grave de las adiciones es el estigma que está alrededor de un adicto, porque tu nombras cualquier enfermedad, como la diabetes o las alergias, y nadie tiene una reacción negativa, pero si tú dices que esa persona es alcohólica produce como cierto miedo y rechazo, porque la percepción es que la persona es débil, es inmoral, y esta concepción todavía persiste en todas partes del mundo", subraya el terapeuta.

De acuerdo con el experto, los estudios y evidencias científicas con nuevas disciplinas como la neuroimagen y la epigénetica muestran que entre un 40 y 60% de los adictos tienen predisposición genética. "No hay garantía, no es obligatorio, pero tienes la predisposición a ser adicto", señala González.

"Si la persona, a parte de tener la predisposición, vive en un ambiente donde la oferta está en el día a día, se desarrola en un ambiente disfuncional y se le presentan traumas en o experiencias negativas en la vida, como una migración forzosa, un divorcio traumático, la perdida de un ser querido, entre otros, esos estados emocionales pueden contribuir a que encuentre en las sustancias un alivio a su ansiedad o angustia", dice.

"Únicamente consume drogas alguien que no esté contento consigo mismo y necesite cambiar su estado emocional"

Desde que descubrió su pasión y propósito de vida en ayudar otros a encontrar el origen y las causas de su enfermedad, González ha recorrido el mundo enseñándole a los adictos el camino para frenar sus efectos, que en algunos casos llegan a ser mortales, como los millones de personas que fallecen a causa de la adicción al cigarrillo o el alcohol de forma directa o indirecta.

"Las salas de emergencia están llenas de adictos que llegan por accidentes, porque toman un carro en estado de embriaguez y matan personas; por eso las cárceles están llenas de personas enfermas que necesitan tratamiento", resalta González.

"Una persona que está bien y feliz no va a tomar un químico que altere un estado que le gusta, únicamente alguien que no esté contento consigo mismo necesita cambiar su estado emocional", recalca.

De acuerdo con su amplia experiencia, la mayoría de las veces cualquier abuso al que una persona acude como sustancias, cigarrillo, alcohol o comida, se debe a que el adicto busca un equilibrio interno que le hace falta.

"Quiere evitar un dolor, intentando calmar un malestar interior, calmar algo que no está equilibrado por dentro, porque no tiene una armonía interior", destaca.

Para el experto, la sociedad juega un rol determinante en la promoción de las adicciones, ya que a través de la publicidad y del mundo virtual las personas reciben cada vez más información que les presentan determinadas sustancias como alternativa rápida y fácil para compensar problemas.

Julio González ha alabado en Dubai la política que lleva a cabo Emiratos Árabes para controlar el consumo de sustancias adictivas legales como el alcohol o el tabaco. (EL CORREO)

"La sociedad que te invita a consumir es la misma que después te va a excluir"

"Estamos en una sociedad que te dice que te sentirás mejor a través de los placeres instantáneos y eso es lo peor de las adicciones, que te promueven qué hacer, qué comprar, qué comer, para calmarte lo más rápido posible; tu cuerpo entra en un estado de estrés y el cerebro te dice 'cálmame'; desgraciadamente la sociedad, principalmente la occidental, te promueve los placeres como una forma de evitar el dolor que sientes y que no se calma con medicamentos, entonces entras en un circulo cada vez peor", apunta a continuación.

Para González, cada vez más la sociedad promueve cómo aliviar con "formulas mágicas" e instantáneas. "La sociedad que te invita a consumir es la misma que después te va a excluir", asegura.

En este punto, su mensaje más importante es que un adicto nunca debe ser excluido ni visto como una mala persona.

"Hay que tener compasión hacia el adicto, entender su sufrimiento y entender que no llegó tan bajo porque quería, sino porque no sabia cómo salir, no tenía las herramientas; el adicto se vuelve estigmatizado, llora a escondidas y no es el único culpable de la adicción, la sociedad tiene una gran responsabilidad".

Desde sus inicios ha buscado alternativas holísticas para tratar la adicción desde los métodos científicos y terapias en diferentes campos que buscan el equilibrio físico, mental y espiritual de quienes padecen adicciones. En este sentido,  se planteó un gran reto personal: recorrer países de todos los continentes llevando el mensaje de que esta enfermedad no discrimina sociedades, razas ni estratos sociales, y durante años ha observado que existen territorios donde la enfermedad no se trata de forma efectiva por los estigmas que se crean alrededor.

Para el experto, muchas veces los medios muestran sustancias dañinas como si no lo fueran y promueven aspectos como la legalización, que empeora la situación de la enfermedad ya que no va acompañada de una buena educación que impida que las personas recurran a las drogas en busca de bienestar.

"No por legalizar se consume menos. El alcohol fue legalizado y hoy en día es la droga que mata más gente en el mundo;  estamos en una sociedad de consumo, donde se promueve este negocio y a las compañías no les interesa que te tomes un trago una vez al mes, porque entre más tomes más ganan. Es un negocio que mueve la humanidad".

"Me encantan las normativas de Dubai y del mundo árabe, donde estas sustancias no se promueven a nivel de publicidad y marketing como se hace en el occidente"

Tras su paso por Emiratos Árabes, Julio González afirma encontrarse con aspectos muy positivos en la forma en que el Gobierno del país regula la promoción de las drogas legales como el alcohol y el cigarrillo.

"Me encantan las normativas de Dubai y el mundo árabe, donde estas sustancias no se promueven a nivel de publicidad y marketing como se hace en el occidente, donde en todos lados lo promueven, lo que hace que no puedas vivir sin azúcar o alcohol; es muy bueno que estos gobiernos impongan límites".

El mensaje principal de González es que si bien es cierto que no se puede afirmar que las adicciones se curen completamente, sí hay soluciones para controlarlas y dejarlas de lado. 

"Hemos encontrado tratamientos efectivos porque nos basamos en evidencias científicas, en ver qué parte del cerebro han sido alteradas por el consumo, como la memoria o el juicio, disciplinas que ven cómo este órgano ha cambiado, para ayudar al adicto a volver al estado natural, a través de la meditación, el yoga , mindfullness, entre otras disciplinas, con las que  llevas al adicto al estado en el que estaba antes de encontrar la causa de su adicción. Sí hay alternativas y más casos exitosos que fallidos".

El especialista González recomienda a las personas que padecen algún tipo de adicción que afecte su vida a buscar ayuda con personas profesionales en el tema cuanto antes, pues, como cualquier enfermedad grave, requiere un tratamiento adecuado en manos de expertos.

"Como el adicto viene de un mundo de baja estima, rechazo, ausencias, con su familia erosionada, de estar triste, deprimido, convencido que es un fracaso, y que no tiene voluntad, cuando se encuentra con un grupo de personas que lograron la recuperación, en esa asociación el adicto adquiere confianza, y logra recuperar la mejor versión de sí y su autoestima, para volver a decir soy fuerte", concluye.

Julio González, el terapeuta latino que recorre el mundo salvando vidas de las adicciones
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