Los mercados de drogas ilícitas en Asia-Pacífico continúan expandiéndose y diversificándose y parecen no verse afectados en gran medida por el brote de coronavirus, informó este viernes Naciones Unidas.
La producción de metanfetamina, la droga más popular en la región, continúa alcanzando niveles récord, mientras que los precios caen a nuevos mínimos en el este y sureste de Asia, así como en Australia y Nueva Zelanda, dijo la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) en un informe que compiló datos desde 2019 hasta el primer trimestre de 2020.
"Es difícil imaginar que el crimen organizado haya logrado expandir nuevamente el mercado de drogas, pero lo han hecho", declaró Jeremy Douglas, representante de UNODC para el sudeste asiático y el Pacífico.
"Si bien el mundo ha dirigido su atención a la pandemia de Covid-19, todo indica que la producción y el tráfico de drogas sintéticas y productos químicos continúan a niveles récord en la región".
Por su parte, Inshik Sim, analista de drogas ilícitas de la UNODC, afirmó a la agencia de noticias Reuters que la inteligencia reciente sugirió que no había habido cambios en el precio de venta de la metanfetamina en Bangkok o Manila, las capitales de Tailandia y Filipinas y los mercados más grandes para la sustancia en el sudeste asiático. Esto, dijo, mostró que no hubo "ningún impacto en su disponibilidad en el mercado".
Sin embargo, el patrón del tráfico de drogas en el nivel del consumidor se ha desplazado más a las plataformas de redes sociales en línea a medida que las medidas gubernamentales contra el coronavirus limitan el movimiento de las personas, dijo el subsecretario general de la Junta de Control de Narcóticos de Tailandia, Paisith Sungkahapong.
"Hemos encontrado el aumento en el tráfico de drogas en línea a través de Facebook, Twitter, Instagram y también encontramos que muchas drogas se ocultan y transportan a los compradores a través de los servicios postales, públicos y privados", dijo.
La relativa estabilidad del mercado de drogas en gran parte de Asia-Pacífico contrasta con la experiencia en América del Norte y Europa, donde las restricciones de viaje más estrictas y los controles fronterizos han alterado las cadenas de suministro y han elevado los precios.
En los últimos años, los grupos delictivos transnacionales con sede en Hong Kong, Taiwán y Macao han ampliado la sofisticación y la escala de la producción de metanfetamina en laboratorios industriales en el norte de Myanmar y han ampliado su red de distribución hasta Japón y Nueva Zelanda. A medida que la oferta aumentó y los precios cayeron, la pureza de la droga aumentó, según el informe de la UNODC.
Los sindicatos del crimen asiáticos producen metanfetamina cristalina potente y tabletas menos costosas de metanfetamina mezcladas con cafeína conocida como yaba o "droga loca" en el idioma tailandés.
Si bien el cultivo de opio y la producción de heroína han disminuido en el Triángulo Dorado del sudeste asiático, que se extiende a horcajadas sobre el norte de Myanmar y partes de Laos y Tailandia, ha habido una "aparición constante" de peligrosos opioides sintéticos como el fentanilo en el este y el sudeste asiático, según el informe. "El mercado de drogas ilícitas aquí está en un punto de inflexión, ya que la producción de opioides sintéticos parece estar migrando a lugares con profundos problemas de gobernanza como el Triángulo de Oro", dijo Douglas. "El sudeste asiático podría convertirse en una fuente de opioides para otras partes del mundo mientras estas sustancias se mezclan o desplazan parte del suministro regional de heroína".
Otras drogas sintéticas como el éxtasis, la ketamina y los cannabinoides también se encuentran cada vez más en la región, según el informe de la UNODC.
