Cinco australianas que se vieron obligadas a someterse a exámenes médicos íntimos y registros en el aeropuerto de Doha demandaron a Qatar Airways por agresión, según publicaciones de este viernes. Las mujeres fueron sacadas a la fuerza por guardias armados de varios aviones en el aeropuerto de Qatar el 2 de octubre de 2020 mientras los funcionarios buscaban a la madre de un bebé recién nacido abandonado en un baño en la terminal.
Algunas de las mujeres afirman que fueron obligadas a someterse a "exámenes ginecológicos o íntimos no consensuados" y a "contacto físico ilegal", informó The Guardian.
Las mujeres en diez vuelos, incluidas las cinco australianas, fueron sacadas de los aviones a punta de pistola y llevadas a ambulancias en la pista.Algunas recibieron instrucciones de quitarse la ropa interior y otras fueron obligadas a someterse a exámenes ginecológicos invasivos en busca de pruebas de que habían dado a luz recientemente. Las mujeres que fueron examinadas dijeron que los funcionarios no les dieron información sobre por qué estaban siendo examinadas a la fuerza y que no tuvieron la oportunidad de dar su consentimiento informado.
De las 18 mujeres australianas sometidas a los exámenes, cinco han recurrido en el Tribunal Supremo de Nueva Gales del Sur, ya que no lograron obtener una compensación del Gobierno de Qatar por otros medios.
“Cada una de las mujeres ha sufrido… ansiedad, depresión, trastornos de estrés postraumático y otros efectos psicológicos”, detalló un comunicado.
Las mujeres incurrieron en gastos médicos y algunas “sufrieron pérdidas económicas como resultado de la necesidad de tomar una baja laboral debido a los efectos de los hechos en…su salud mental”, agregó.
El jueves se entregaron documentos a Qatar Airways en sus oficinas de Melbourne, pero la aerolínea se negó a comentar. Las mujeres no fueron contactadas por la aerolínea o el Gobierno de Qatar desde el incidente que provocó la indignación internacional.
Sin embargo, el primer ministro de Qatar, el jeque Khalid bin Khalifa Al-Thani, admitió que no se siguieron los protocolos de seguridad estándar y expresó su “más sincera disculpa por lo que pasaron algunas de las viajeras”. “Lamentamos ese trato inaceptable a las mujeres”.
