sábado. 27.04.2024

Cumbre clave en Córdoba para frenar el auge del terrorismo en el Sahel africano

El 43% de las muertes por violencia integrista en el mundo ya se producen en la franja subsahariana. Ese ha sido el tema central de la reunión al más alto nivel presidida por los reyes de España y Jordania en el marco del Proceso de Áqaba. 200 diplomáticos y miembros de inteligencia de 30 países coordinan sus estrategias para combatir esta amenaza global
Los reyes de Jordania y España, junto con otros mandatarios africanos, en el Alcázar de los Reyes Cristianos de Córdoba
Los reyes de Jordania y España, junto con otros mandatarios africanos, en el Alcázar de los Reyes Cristianos de Córdoba

Los datos de 2022 son inequívocos: el Sahel ya es la región más castigada por el terrorismo yihadista del mundo. El 43% de las muertes violentas por la acción de grupos integristas se produce en esta franja que atraviesa África de este a oeste justo debajo del desierto del Sáhara. Así lo indica el Índice Global de Terrorismo 2023, publicado por el Institute for Economics and Peace, con sede en Australia.

En 2022, se incrementaron los atentados islamistas en el África subsahariana un 7% con respecto al año anterior. Pero hay más: cuatro de los diez países más afectados por la violencia terrorista están en el Sahel. Burkina Faso ha sido el país que registró el mayor aumento de muertes y es ya el segundo del mundo en impacto terrorista, según el citado informe. Afganistán sigue liderando este siniestro ranking. El tercer y cuarto puesto lo ocupan dos países del Sahel: Somalia y Mali. Le siguen Siria y Pakistán.

La preocupación internacional por el creciente deterioro de la seguridad en amplias zonas de África es evidente. Y ese ha sido el tema central de la reunión al más alto nivel que ha tenido lugar en Córdoba (España) el pasado martes en el marco del denominado Proceso de Áqaba, impulsado por el rey Abdalá II de Jordania en 2015 para coordinar las agendas antiterroristas de los gobiernos.

La cumbre estuvo presidida por los reyes de Jordania y España, y contó con la asistencia de 200 diplomáticos y responsables de inteligencia de más de 30 países. Los presidentes de Ghana, Mauritania y Guinea Bissau también integraron la mesa presidencial. La sede de la Diputación Provincial de Córdoba acogió los trabajos de coordinación del encuentro, cuyo objetivo es reforzar la cooperación militar y en materia de seguridad, así como intercambiar experiencias para la lucha contra una de las amenazas más preocupantes de la escena internacional.

Es la primera vez que el Proceso de Áqaba celebra un encuentro en España. En 2016 Jordania firmó el Acuerdo Euromediterráneo para fomentar un espacio común de paz, prosperidad y estabilidad, cuyo eje medular era la lucha antiterrorista. Desde entonces, se han celebrado reuniones en Japón, Bulgaria, Albania, Nigeria, EEUU y Países Bajos. En todas ellas se han abordado diferentes conflictos de orden securitario, particularmente el de Oriente Medio y el Cuerno de África. También se ha trabajado en el fomento del diálogo interreligioso e intercultural.

El Proceso de Áqaba cuenta con la colaboración de la OTAN y la Unión Africana, que aglutina a 55 países del continente negro. Los gobiernos integrantes buscan “compartir los desafíos que plantea la violencia terrorista para identificar soluciones y crear redes que puedan ayudar a mitigar los riesgos que plantea", según indica el Ministerio de Asuntos Exteriores de España. El Sahel está integrado por Senegal, Mauritania, Mali, Nigeria, Níger, Chad, Sudán, Burkina Faso y Etiopía.

El Daesh sigue siendo el grupo terrorista más mortífero por cuarto año consecutivo y su criminal actividad violenta ha afectado a 21 países distintos. Le siguen Al Shabab (Somalia), el Ejército de Liberación de Beluchistán (Pakistán) y Jamaat Nusrat al Islam wal Muslimin, que opera en el Sahel. Con todo, el Índice Global de Terrorismo certifica una reducción significativa de atentados (-9%) y asesinatos terroristas (-28%) con respecto a 2021. La letalidad por ataque (1,7 personas asesinadas) ha aumentado un 26%.

Cena de gala en el Alcázar de los Reyes Cristianos de Córdoba
Cena de gala en el Alcázar de los Reyes Cristianos de Córdoba.

En conjunto, entre 2007 y 2022, se han producido 66.000 incidentes terroristas en todo el planeta. El 88% de los atentados y el 98% de las muertes han tenido lugar en países en conflicto. La motivación ideológica es la causa más común en los países occidentales, mientras que los atentados con base religiosa han disminuido en un 95% desde 2016, que fue el año álgido del terrorismo global.

En Occidente, se ha detectado un descenso del 26% en los ataques. Oriente Medio y el norte de África también han registrado una disminución del 32% en número de muertes. Irak ha sido el país más afectado por los atentados del Daesh, la organización terrorista que logró instaurar un autodenominado califato islámico en Mosul y algunas zonas de Siria. Ambos fortines integristas fueron desmantelados. Paralelamente, los grupos armados islamistas están perfeccionando su arsenal tecnológico de forma significativa, especialmente en el uso de drones para sus mortíferos ataques.

Otro de los países clave en el auge del yihadismo es Mali. El verano pasado, el Gobierno francés de Macron anunció la retirada de sus tropas del país subsahariano sin haber logrado sus objetivos antiterroristas. Aunque las tropas galas lograron eliminar a varios líderes yihadistas, el integrismo violento se ha extendido al sur del país y ha penetrado en Níger, Burkina Faso y el Golfo de Guinea, según datos suministrados por el teniente coronel Juan Javier Pérez Martín en un artículo publicado en la Revista Española de Defensa.

Tras dos golpes militares en apenas un año, las relaciones diplomáticas entre Francia y Mali se han deteriorado drásticamente. Europa también está perdiendo capacidad de influencia en el país subsahariano y, a cambio, Rusia y China están fortaleciendo su presencia. De tal forma que Mali contrató a mediados de 2021 al grupo prorruso Wagner para combatir el yihadismo islamista.

La inestabilidad política, la expansión del terrorismo y los enfrentamientos étnicos están propiciando un escenario favorable para el crecimiento del integrismo violento en la zona. En ese contexto, los desencuentros con Europa se han sucedido, especialmente con Dinamarca y Alemania, que también han retirado a sus contingentes del país. El Gobierno teutón considera “inadmisible” la presencia de Wagner en la región. Con todo, Macron ha anunciado que mantendrá la lucha antiterrorista desde otros países fronterizos.

Los reyes de Jordania y España, en una visita a la Mezquita Catedral de Córdoba
Los reyes de Jordania y España, en una visita a la Mezquita Catedral de Córdoba.

Mali es un inmenso país con una extensión dos veces y media superior a España. Las condiciones climáticas extremas, la pérdida de recursos hídricos y la inseguridad alimentaria están teniendo consecuencias directas sobre la situación interna, y también sobre Argelia, Mauritania y Senegal. El experto militar cita varias: aparición de movimientos radicales, redes de contrabando, traficantes de armas y milicias tribales, que complican sobremanera la acción de un Gobierno que se manifiesta “incapaz” de poner orden.

Los dos grupos principales de la región, Jamaat Nusrat al Islam wal Muslimin y el Estado Islámico en el Gran Sahara, mantienen una dura pugna por el liderazgo regional, a la vez que atentan contra la población civil y las fuerzas internacionales. “Existe un riesgo de caos, igual que en Burkina Faso”, alerta Pérez Marín. Mali se puede convertir en una base de grupos terroristas, lo que representaría una amenaza clara también para Argelia y Mauritania.

El experto militar recomienda el refuerzo de la asistencia financiera y la cooperación de Europa hacia Mali como instrumentos para fortalecer la seguridad en la región y detener la escalada terrorista. La presencia de contingentes internacionales es “vital” para evitar que el Sahel caiga en manos de los grupos yihadistas. Una situación de “vacío político” de Europa será ocupado automáticamente por China y Rusia, cuya presencia en África crece a gran velocidad, según el análisis del teniente coronel Juan Javier Pérez Marín.

Cumbre clave en Córdoba para frenar el auge del terrorismo en el Sahel africano
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