sábado. 27.04.2024

Los intensos combates en Sudán, que sumieron a la nación en el caos y mataron a cientos, también generaron temores sobre el destino de 25 leones y otros animales en una reserva de vida silvestre. La instalación manifestó que no tiene electricidad para alimentar las vallas de seguridad alrededor de los recintos y se está quedando sin comida para los felinos, que requieren de cinco a diez kilos de carne al día cada uno.

La violencia estalló en la capital y en todo Sudán el 15 de abril entre las fuerzas leales al jefe del ejército Abdel Fattah Al-Burhan y su adjunto convertido en rival Mohamed Hamdan Dagalo, quien comanda las poderosas Fuerzas de Apoyo Rápido paramilitares.

El personal del santuario, ubicado a una hora en automóvil al sureste de Jartum y cerca de una base militar, explicó que el recinto era sacudido por “enfrentamientos mortales a diario”. “En primer lugar, que Alá proteja a Sudán y a su pueblo”, señaló un comunicado del Centro de Rescate de Animales de Sudán, que continuó con la alerta de que la situación en el santuario también se había vuelto “crítica”. El complejo alberga a los leones y gacelas, camellos, monos, hienas y pájaros. “Estamos bajo una tremenda presión debido al corte de energía actual, y nuestras reservas de alimentos y bebidas están comenzando a agotarse”, dijo, y agregó que uno de sus vehículos había sido robado.

El corte de energía se había convertido en “una amenaza real” porque la instalación depende de la electricidad para los equipos de los recintos de los animales. “Por lo tanto, hacemos un llamado a todos los funcionarios y aquellos con la capacidad de ayudar para intervenir lo antes posible”, agregó el comunicado.

En otra parte de Jartum, el doctor Makram Waleed, de 25 años, ha creado una comunidad de WhatsApp de 1.200 personas dividida en grupos según los diferentes distritos de la capital para que las personas compartan información sobre suministros básicos. “Cada vez que miro un área determinada, encuentro que las personas se están comunicando y logramos obtener medicamentos y alimentos para algunos”, dijo Waleed.

La mayor necesidad para la mayoría de las personas era el agua potable, pero también hubo muchas solicitudes de medicamentos, particularmente para la diabetes y la presión arterial. “No tenemos dinero ni ayuda financiera. Solo tratamos de facilitar la comunicación entre las personas”, dijo.

Según informó la agencia de noticias AFP, la mayoría de los hospitales de Jartum están cerrados y los pocos que siguen abiertos ofrecen solo servicios limitados, cuando las necesidades médicas son intensas.

Leones en Sudán se quedan sin comida en medio de los combates
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