sábado. 27.04.2024

Un nuevo terremoto azotó este lunes por la noche a la zona fronteriza entre Siria y Turquía, la misma que hace exactas dos semanas sufrió dos fuertes movimientos telúricos que destruyeron decenas de miles de hogares y causaron la muerte de al menos 47.000 personas en ambos países, 41.000 de ellas en Turquía.

Los primeros informes de las autoridades turcas afirman que se trató de un sismo de magnitud 6,4. Testigos en la ciudad de Antakya reportaron daños en los edificios que permanecían en pie tras los sismos 7,8 y 7,5 del pasado 6 de febrero, así como escenas de pánico entre quienes ahora pernoctan en tiendas de campaña.

El epicentro del sismo, el más fuerte de los miles registrados en las últimas semanas, fue localizado en el distrito de Defne (provincia de Hatay), a dos kilómetros de profundidad, según el Centro Sismológico Europeo Mediterráneo (EMSC) y se sintió también en Egipto y Líbano.

Heridos y colapso de edificios

Las autoridades presentes en las ciudades afectadas, donde seguían las labores de remoción de escombros y búsqueda de cuerpos tras los terremotos de hace dos semanas, llamaron a la población a mantener la calma. El Ayuntamiento de Defne indicó que hubo un corte de electricidad y que toda la zona estaba a oscuras.

"La gente está horrorizada. Veo edificios derrumbados pero creo que no había gente dentro", dijo a la emisora HalkTV el presidente del Colegio de Arquitectos de Hatay, Mustafa Ozçelik. Sin embargo, Lütfü Savaş, alcalde de la localidad de Antakya, a unos 25 kilómetros del epicentro, aseguró que varios edificios se desplomaron con personas en su interior, presumiblemente rescatistas.

Las autoridades turcas reportaron al menos tres personas muertas y 213 heridas por este nuevo sismo, mientras que en Alepo (Siria) 70 personas debieron ser hospitalizadas. Más tarde hubo un nuevo movimiento, esta vez de magnitud 5,8 con epicentro en Samandag, a 18 kilómetros al sur de Defne.

La tierra vuelve a temblar en Turquía y Siria: Al menos tres muertos
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