El enviado de Naciones Unidas para Yemen, Martin Griffiths, se reunió este sábado con un líder de los rebeldes hutíes, en Saná, en manos de los insurgentes, informó una fuente de la ONU. Además, Griffiths se reunirá este lunes con el gobierno yemení en la capital de Arabia Saudita, donde residen el presidente Abd Rabbo Mansur Hadi y otros funcionarios, según indicó la misma fuente.
El sábado, el emisario de la ONU se entrevistó con el dirigente rebelde Mohamed Ali Al Huti, que preside el Consejo Revolucionario Supremo, en la capital yemení, según constató un fotógrafo de la agencia de noticias AFP.
"Esperamos que la visita a Riad termine con resultados positivos", dijo Huti a los periodistas tras el encuentro.
Griffiths llegó el pasado miércoles a Yemen antes de las negociaciones de paz previstas en Suecia en diciembre entre los rebeldes hutíes, apoyados por Irán, y las fuerzas progubernamentales, respaldadas por una coalición dirigida por Arabia Saudita.
En un posible avance, Griffiths dijo el viernes que las discusiones con los responsables hutíes se centraron en "como la ONU podría contribuir a la paz" en la estratégica ciudad portuaria de Hodeidah.
"Estoy aquí para decirles que hemos acordado que la ONU lleve a cabo urgentemente negociaciones con vistas a tener un rol más importante en el puerto (de Hodeidah) y más allá", dijo el emisario a los periodistas en su primera visita a Hodeidah.
Griffiths instó a las partes beligerantes de Yemen a "mantener la paz" en esta ciudad portuaria del mar Rojo, controlada por los rebeldes y punto de entrada de casi todas las importaciones y ayuda humanitaria al empobrecido país.
Según datos de la ONU, cerca de 10.000 personas murieron por el conflicto desde 2015, desencadenando lo que Naciones Unidas llama la peor crisis humanitaria del mundo.
Grupos de derechos humanos temen que la cifra real sea mucho mayor.
