El Tribunal Penal de Dubai condenó a una mujer asiática a diez años de cárcel, seguidos de la deportación y le impuso una multa de 50.000 dirhams por cargos de importación de estupefacientes.
La imputada trajo 6,3 kilogramos de narcóticos escondidos dentro de un filtro de agua en su maleta.
Sin embargo, la droga fue detectada por un inspector de aduanas en el Aeropuerto Internacional de Dubai, que remitió a la acusada a las autoridades competentes.
El caso se remonta al pasado mes de abril cuando un inspector de aduanas sospechó de la maleta de la acusada.
Según su declaración, el inspector de aduanas le preguntó a la acusada si tenía algún material prohibido en su poder, pero la acusada lo negó.
Luego registró su maleta y encontró un filtro de agua cilíndrico. Después de abrir la tapa superior del filtro, encontró una bolsa de plástico transparente con una sustancia oscura en su interior que se sospechaba era hachís y que pesaba 6,3 kilogramos.
Los artículos incautados se remitieron al laboratorio forense. El informe emitido por la Dirección General de Prueba Criminal y Criminología mostró que el producto confiscado consistía en envoltorios plásticos que contenían 6,3 kilogramos de trozos de hachís. En los interrogatorios, la acusada admitió que los artículos incautados en su poder pertenecían a otra persona en su país, quien le pidió que le entregara los artículos a un individuo en Emiratos Árabes Unidos a cambio de un trabajo como empleada doméstica en Dubai.
