El lanzamiento de misiles Katyusha por parte de los hutíes en Arabia Saudita y ataques aéreos saudíes en una provincia fronteriza de Yemen, han amenazado con romper durante su segunda jornada el alto al fuego de 48 horas declarado en Yemen.
Según informó el diario The National, las defensas aéreas de la coalición liderada por Arabia Saudita destruyeron tres misiles que fueron disparados por los rebeldes en la provincia de Marib, al este de Saná, de acuerdo a un funcionario militar.
El portavoz de la coalición, Ahmed Al Assiri, acusó a los hutíes de 180 violaciones en las primeras 10 horas del alto al fuego.
Según señaló, 150 de las infracciones habían ocurrido en Yemen, mientras que las 30 restantes se localizaron a lo largo de la frontera norte con Arabia, informó Al Jazeera.
La coalición, que ha estado luchando contra los hutíes y sus aliados para restaurar completamente el Gobierno legítimo del país, anunció la tregua el pasado sábado.
Sólo tres días antes, el Gobierno de Hadi había rechazado el anuncio del secretario de Estado estadounidense, John Kerry, de que las partes en conflicto habían acordado una tregua de composición abierta para trabajar en la formación de un gobierno unitario.
Los hutíes pusieron en duda la tregua de 48 horas, diciendo que fue diseñada para socavar el acuerdo revelado por Kerry.
El alto al fuego se estaba llevando a cabo en Saná el pasado domingo a pesar de que existían combates intermitentes en Nahm, cerca de la capital, horas después de que la tregua comenzara a mediodía del pasado sábado.
Taez también estaba tranquilo, según señaló un funcionario militar que sólo nombró un "intercambio de fuego limitado", después de que decenas de personas murieran durante las batallas de la ciudad la semana pasada.
Los organismos de socorro esperaban que el cese permitiera que la ayuda fuera prestada en zonas a las que antes era imposible acceder debido a los combates.
Unicef dijo que el alto al fuego "ofrece una nueva esperanza a una situación que es cada vez más catastrófica para los niños".
El conflicto ha matado a más de 1.000 niños y dejó a millones sin acceso a cuidados básicos y a riesgo de muerte inminente, dijo el director ejecutivo de Unicef, Anthony Lake,.
La coalición dijo que el alto al fuego de 48 horas podría extenderse si los rebeldes mantienen el cese y permiten a las ayudas entrar en los enclaves.
