sábado. 21.09.2024

Cuatro desplazados internos murieron y muchos otros resultaron heridos este domingo en la provincia central de Marib, en Yemen, cuando lluvias torrenciales y fuertes vientos azotaron sus tiendas de campaña. Las cuatro muertes elevan a 61 el balance en Yemen reportado por la ONU desde finales de julio.

La unidad ejecutiva del Gbierno, reconocida internacionalmente, para los campamentos de desplazados internos en Marib informó al portal Arab News de las muertes, las lesiones y el caos causado por el clima.

Los residentes tuitearon imágenes y vídeos de casas destrozadas, refugios improvisados ​​y torres de electricidad en el campamento de Jaw Al-Naseem en Marib, donde partes fueron casi arrasadas por los fuertes vientos.

Marib ha acogido a más de dos millones de personas desplazadas que huyen de la guerra y de la brutalidad hutí en sus zonas.

La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios declaró este domingo que las fuertes lluvias e inundaciones habían afectado a 34.260 viviendas en Yemen, causando grandes daños y matando a 57 personas e hiriendo a 16, y se espera que la cifra aumente.

Según la actualización de la agencia humanitaria de la ONU sobre las inundaciones repentinas en Yemen, entre el 28 de julio y el 9 de agosto, 31 personas murieron y 6.042 familias se vieron afectadas en la provincia occidental yemení de Hodeidah, 2.753 familias se vieron afectadas en la provincia norteña de Hajjah, y se informó de dos muertes y 3.451 familias estaban afectadas en la provincia norteña de Saada. En Taiz, una provincia meridional, 15 personas murieron y 6.494 hogares se vieron afectados. 

La semana pasada, al menos 30 personas murieron y otras quedaron sin hogar cuando las fuertes lluvias y las catastróficas inundaciones devastaron Hodeidah, destruyendo casas, tierras de cultivo y otras propiedades.

El Centro Nacional de Meteorología de Yemen reafirmó el domingo sus advertencias a los yemeníes de todo el país que no conduzcan ni permanezcan en los cursos de agua, al pronosticar fuertes lluvias, inundaciones y vientos en las tierras altas de Yemen y en las regiones occidental y meridional.

Al mismo tiempo, el gobierno yemení reiteró el domingo su llamado a la comunidad internacional para ayudar a las miles de víctimas de las inundaciones, desbloquear carreteras y restablecer los servicios en cuatro provincias yemeníes.

El presidente del Consejo de Liderazgo Presidencial de Yemen, Rashad Al-Alimi, dijo en una reunión con el embajador de Estados Unidos en Yemen, Steven H. Fagin, que el país necesita ayuda humanitaria inmediata para lidiar con los daños causados ​​por las inundaciones y los ataques en las provincias de Hajjah, Hodeidah, Taiz y Marib.

Mientras tanto, miembros de tribus locales persuadieron a los hutíes a cesar su asedio y dejar de invadir una aldea en la provincia de Al-Bayda después de que los habitantes acordaron entregar a siete personas sospechosas de asesinar a agentes hutíes locales.

El número de muertos por las inundaciones en Yemen asciende a 61