miércoles. 08.05.2024

¿Disculpe, podría abrir la ventanilla del avión para que entre aire fresco? Parece una broma pero no lo es, es una de las peticiones más absurdas que ha tenido que oír algún asistente de vuelo. Esta y otras sugerencias y quejas de lo más extravagante aparecen en un listado que hoy publica Emirates24/7, basandose en los registros de Quora, cabincrew.com y Virgin Atlantic.

La auxiliar de vuelo Olivia Roqua asegura que no ha sido una sino varias las veces que los pasajeros le han preguntado por qué no funcionaba el WiFi mientras sobrevolaban el Polo Norte o que le han solicitado que detengan las turbulencias. En una ocasión, relata, un pasajero le preguntó si podía reservar cita para un masaje.

"La gente pierde su sentido de la realidad cuando entran por la puerta de un avión", explica Roqua, contando que, incluso, ha habido pasajeros que le han preguntado a qué altura estaban volando ante de que el avión despegase. Esta asistente también ha tenido que atender las extravagancias de artistas muy populares, como la cantante Janet Jackson, "que comió sólo caviar a bordo y que pidió que nadie pasase a su lado en la aeronave" y la actriz Demi Moore, "que pidió que le esculpiesen una piña".

En el listado de peticiones extrañas que recoge Emirates 24/7 hay absolutamente de todo, desde el pasajero que preguntó dónde estaba el cajero automático o el que quería saber quién estaba tripulando el avión si el piloto estaba en el baño

Es relativamente frecuente que los pasajeros pidan a los asistentes que el piloto vuele más bajo para poder admirar el paisaje. Eso fue lo que hizo un hombre que sobrevolaba Mónaco, porque quería ver la ciudad, o el que tenía la esperanza de contemplar el Gran Cañón pero vio sus deseos frustrados porque las nubes le tapaban la vista.

Entre las peticiones imposibles destaca la de un viajero que preguntó por la procedencia del zumbido sordo que escuchaba. Cuando se le dijo que eran los motores a reacción respondió: "Dígale al capitán que los apague porque mi cabeza está muy dolorida". No quedó conforme con la explicación y llegó incluso a amenazar con presentar una reclamación porque "los términos y condiciones no indican lo fuerte que suenan los motores durante el vuelo".

Hay clientes mucho más considerados, como el que pidió, al sobrevolar el Castillo de Windsor, si podían cambiar las rutas de futuros vuelos para no molestar a la reina de Inglaterra.

El personal de cabina también ha recibido quejas sobre su aspecto, como la de un pasajero decepcionado porque las asistentes de vuelo no eran lo suficientemente atractivas. "Eran mucho más guapas en los anuncios, por lo que el vuelo no ha estado a la altura de mis expectativas", dijo.

 

¿Podría abrir la ventanilla del avión, por favor?