lunes. 16.09.2024

En el mayor hospital público de Líbano, las enfermeras están ocupadas perfeccionando sus habilidades para salvar vidas mientras el espectro de una guerra total se acerca, diez meses después de que se intensificaran los enfrentamientos entre Hezboláh e Israel por el conflicto de Gaza.

"Estamos en un estado de preparación para la guerra", dijo la enfermera Basima Khashfi mientras impartía capacitación de emergencia a enfermeras jóvenes y otro personal en el hospital de Beirut. "Actualmente estamos capacitando a los empleados, no solo a las enfermeras, sino también al personal administrativo y de seguridad". "Con nuestra formación estamos casi preparados" en caso de una guerra más amplia, declaró a la agencia de noticias AFP.

Líbano ha puesto en marcha planes de emergencia de salud pública desde que comenzaron las hostilidades, apoyándose principalmente en fondos de donantes después de cinco años de agotadora crisis económica.

La amenaza de una guerra total aumentó después de que Irán y el movimiento libanés Hezboláh prometieron vengar los asesinatos del mes pasado, atribuidos a Israel, del líder político de Hamás Ismail Haniyeh en Teherán y del alto comandante de Hezboláh Fuad Shukr en el sur de Beirut.

"Nos estamos entrenando para gestionar incidentes con muchas víctimas y prepararnos para desastres o guerras", dijo Lamis Dayekh, una enfermera de 37 años en formación. "Si estalla una guerra, daremos todo lo que tenemos".

Crecientes tensiones

La violencia transfronteriza ha matado a casi 600 personas en Líbano, en su mayoría combatientes de Hezboláh, pero incluidos al menos 131 civiles, según un recuento de AFP. En el lado israelí, incluidos los Altos del Golán anexados, han muerto 23 soldados y 26 civiles, según cifras del ejército.

En un edificio junto al hospital, donde se encuentra el centro de operaciones de emergencia, los funcionarios del ministerio de Salud están ocupados escribiendo, haciendo llamadas y siguiendo las noticias de la guerra en Gaza y el sur del Líbano en grandes pantallas de televisión.

"Esta no es nuestra primera guerra y hemos estado listos cada vez", sostuvo Wahida Ghalayini, quien dirige el centro, activo desde que comenzaron las hostilidades en octubre. Citó una explosión masiva en el puerto de Beirut en 2020, el conflicto de Hezboláh e Israel en 2006 y la guerra civil del Líbano de 1975-1990.

El plan del Ministerio de Salud incluye una línea de ayuda para quienes ya están desplazados por la guerra, una evaluación de las necesidades hospitalarias, capacitación en desastres para el personal y un módulo de salud mental.

La sala de emergencias se coordina con los equipos de rescate y los hospitales en el sur del Líbano. El plan prioriza los hospitales en función de su ubicación. La "zona roja", con alto riesgo de ataques israelíes, comprende los bastiones de Hezboláh en el sur, el este del país y los suburbios del sur de Beirut.

Pero a pesar de la larga historia de disturbios civiles y desastres del Líbano, el sector de la salud pública ahora se enfrenta a una crisis económica que ha drenado las arcas del Estado, lo que lo obliga a depender de la ayuda.

Llamados de ayuda

"Necesitamos muchos suministros médicos, combustible, oxígeno... el estado libanés tiene un problema financiero y económico", dijo Ghalayini. El proveedor estatal de electricidad apenas produce energía, por lo que los residentes dependen de costosos generadores privados y paneles solares.

La mayoría de las instalaciones médicas dependen de la energía solar durante el día, dijo, señalando los paneles sobre el techo y el estacionamiento del hospital adyacente.

El ministro de Salud libanés, Firass Abiad, manifestó que el país tenía suficientes medicamentos y suministros médicos para durar al menos cuatro meses en caso de una guerra más amplia.

Preparados para la guerra: Hospitales libaneses activan planes de emergencia